El Pastor Leal

panda

Más de 5 meses

0
0
65
En un valle soleado, donde los pastos dorados se extendían hasta donde alcanzaba la vista, vivía un perro pastor llamado Corvus. No era un perro cualquiera; vestía una túnica sencilla pero resistente, una mochila a sus espaldas y un bastón de madera pulida en sus manos. Su pelaje, un mosaico de marrón rojizo y blanco, contrastaba con la humildad de sus ropas.

Corvus se distinguía no por su fuerza bruta, ni por su agilidad, sino por su inquebrantable lealtad. Su rebaño, un grupo numeroso de ovejas blancas de lana suave, confiaba plenamente en él. Donde otros perros buscaban el juego o la lucha, Corvus encontraba su propósito en el cuidado y la protección de sus ovejas.


Un día, una tormenta feroz azotó el valle, oscureciendo el sol y agitando el campo con vientos poderosos. Las ovejas, asustadas, se dispersaron, buscando refugio en el caos. Corvus, sin dudar, se lanzó a la tempestad, su voz resonando por encima del rugido del viento para guiar a sus asustadas ovejas. Buscó una por una, guiándolas hasta un lugar seguro, sin importar el peligro o el cansancio.

Cuando la tormenta amainó, Corvus regresó al rebaño reunido, exhausto pero satisfecho. Al observar la tranquilidad de las ovejas acurrucadas a su alrededor, sintió una profunda alegría. Su lealtad no era solo un deber, sino una fuente de paz y satisfacción.


Moral de la historia: La verdadera grandeza no radica en la fuerza o el poder, sino en la lealtad y el compromiso inquebrantable con aquellos a quienes se ha prometido proteger. La humildad y la dedicación son las virtudes que guían a la verdadera fuerza interior.
0 comentarios
Tienes que ser miembro para responder en este tema