El origen de los Croissants: La historia tras su creación

¿Quién creó los Croissants?
Los croissants son un pan típico francés que se ha popularizado en todo el mundo. Su nombre significa "creciente" o "medio luna" en francés, y se caracterizan por su forma curvada en forma de luna creciente.


Aunque los croissants son uno de los productos más emblemáticos de la panadería francesa, su origen es un poco incierto. Existen varias teorías sobre su creación y se desconoce cuál es la verdadera.

Teoría austriaca
La teoría más aceptada sobre la creación de los croissants se remonta a las guerras napoleónicas. Se dice que en 1683, los turcos intentaron invadir Viena, en Austria, y mientras se preparaban para la batalla, un panadero vienés llamado Franz Georg Kolschitzky inició su propia cruzada y se infiltró en las líneas turcas, y como resultado, salvó a su ciudad.

Después de la victoria, los vieneses descubrieron bolsas llenas de granos de café que los turcos habían abandonado. Franz decidió abrir una cafetería y así introducir el café a Viena. Él también empezó a elaborar panecillos hojaldrados, que imitaban la forma de media luna del emblema de la bandera otomana. Se dice que estos panecillos fueron la inspiración para los croissants franceses, que se crearon siglos después.

Teoría francesa
Otra teoría sugiere que los croissants fueron creados en Francia en la Edad Media. Los pasteleros franceses habrían sido influenciados por la forma de la media luna que se encuentra en la bandera de la región de Austria. También se dice que los italianos eran conocidos por elaborar un pan dulce hojaldrado en forma de luna creciente llamado "cornetto", que eventualmente influenció la creación de los croissants franceses.

Teoría húngara
Un historiador húngaro llamado Gyula Gluck sugiere que los croissants no son de origen francés o austriaco, sino que fueron inventados en el siglo XVII por los pasteleros húngaros. Él menciona que los pasteleros húngaros habrían elaborado un pan hojaldrado con forma de media luna llamado "kifli", que eventualmente inspiró la creación de los croissants franceses.

En resumen, no se sabe con certeza quién creó los croissants. Las teorías más comunes se refieren a su creación en Austria, Francia y Hungría, aunque ninguno de ellos puede demostrar su origen definitivamente. Lo que no se discute es la popularidad y la deliciosa textura de los croissants, que han conquistado paladares en todo el mundo y se han convertido en uno de los panes más apreciados en la gastronomía internacional.