La orografía de Gorgor, conocida por los pocos cartógrafos audaces como "el Nefasto", es un testamento a la violencia geológica. Se trata de una cadena montañosa que no asciende suavemente, sino que irrumpe en el paisaje con una ferocidad casi personal.

En su base se extienden las Llanuras Calcinadas, vastas extensiones de roca volcánica de un tono negro profundo, donde el calor geotérmico palpita constantemente bajo la corteza. La flora es casi inexistente, limitada a líquenes de color verde ácido que se aferran a las fisuras, una tenaz muestra de vida contra toda probabilidad.

El ascenso comienza abruptamente con los Picos Dentados, una barrera de acantilados y agujas de basalto. Estas formaciones son tan afiladas que parecen haber sido talladas por un gigante con un cuchillo gigantesco. El viento, que brama con fuerza constante, azota estas cimas, produciendo un aullido potente y continuo que es la única banda sonora de la región.

El paso por esta zona es una prueba de resistencia.
Más arriba, encontramos el Macizo del Ojo Ciego. Esta es la zona central de la orografía, caracterizada por un gigantesco cráter de impacto que ha sido deformado por subsiguientes erupciones. El cráter es un valle circular y profundo, lleno de niebla densa y pestilente que emana de las chimeneas volcánicas activas, las cuales liberan gases tóxicos sin tregua. Los senderos son engañosos y a menudo están bloqueados por deslizamientos de tierra constantes.

Las mayores alturas de Gorgor son las llamadas Cúpulas de la Tormenta, tres picos que superan con mucho el nivel de las nubes. Sus superficies no son de roca expuesta, sino de un material metálico oscuro, vitrificado por una antigua y desconocida energía. Aquí, las descargas eléctricas son casi permanentes, creando un espectáculo ensordecedor de rayos que iluminan el cielo de forma intermitente. La presión atmosférica es brutalmente baja y el aire rarificado apenas permite la respiración.

El declive hacia el lado opuesto del Nefasto es igualmente abrupto, cayendo en cascada hacia los Barrizales Hinchados, una zona pantanosa formada por la fusión lenta de minerales y agua ácida. La vegetación aquí es de color púrpura oscuro, luchando por sobrevivir en un terreno inestable y traicionero.

Gorgor es, en su totalidad, un relieve hostil, una tierra que rechaza la presencia de seres vivos y que demuestra la fuerza implacable de la Tectónica más salvaje. Su existencia es un monumento a la belleza inhóspita.